Este proyecto se inició hace poco, pero lo historia de este se empezó hace ya tres años. 

Hace 3 años nuestra vida se sacudió y la tranquilidad que conocíamos se acabó, la enfermedad repentina de Tato y su diagnóstico y la serie de desafortunados acontecimientosdentro de su evolución en el hospital me llenó de incertidumbre y dolor.Me dolían mis hijos, mi esposo, mi cuñado y sobre todo mis dos pequeños sobrinos. En los días de pesadilla que vivimos, tratando de encontrar un sentido a tan horrible pérdida, mi cuñado logró plantar cara a la situación con una fortaleza que no le conocía y se informó de la donación de órganos. Desde nuestra perspectiva y en plena pandemia, fue una odisea que se lograra realizar la procuración de los órganos y después los trasplantes, de no haberlo logrado, hubiera sido tremendamente triste no lograr ayudar a otras personas a través de ese hermoso gesto de amor y generosidad de Tato y su esposo. Mis dos pequeños sobrinos saben que su mamá es una donadora de órganos, saben que es una heroína porque le salvó la vida a dos personas y le regresó el valioso regalo de la vista a una tercera. Eso siempre los acompañará y será un pequeño bálsamo de amor que fortalece su recuerdo y su legado.